La publicidad tiene un papel clave en lo que las personas consumen; es gracias a ella que deciden seguir siendo clientes de una marca o cambiar a otro servicio/producto. Parecería que para las instituciones educativas sólo es necesario promocionarse en las temporadas altas para atraer más alumnos, pero esto es falso: es de suma importancia mantener enganchados a los clientes y padres de familia, incluso cuando no sean fechas de inscripciones.
La importancia de una estrategia publicitaria constante
¿Por qué invertir en publicidad si no es temporada de inscripciones? Sigue leyendo:
Mantiene el interés del consumidor. Es importante que los consumidores sepan que como institución estás siempre activo y en busca de nuevas cosas que compartir y presentar. Permaneces en su radar.
Atraes a más consumidores. Aunque es importante mantener la atención de los consumidores que ya tienes, también lo es estar abierto a nuevos prospectos. Si sólo promocionas cuando es tiempo de inscripciones haces que tu ventana de oportunidad sea muy estrecha, porque no sólo es en temporada de inscripciones que los padres consideran sus opciones.
Persuade al consumidor a mantenerse fiel. Cuando los consumidores son constantemente expuestos a un buen marketing nunca pierden de vista eligieron aquella institución sobre las demás. Inconscientemente reafirman sus decisiones, lo que va creando una base de clientes leales.
Informa y da a conocer más sobre tu servicio o producto. A veces no conocemos por completo lo que nos brinda un producto o servicio, por medio de la promoción das a conocer sobre cuál es el alcance de tu institución, los beneficios y servicios que otorga, y más.
Demuestra que la institución no está dormida, sino en constante cambio e innovación. Especialmente cuando se utilizan las nuevas herramientas (tecnológicas, por ejemplo) para llevar a cabo la promoción. El cambio puede ser positivo y que tus consumidores sepan que siempre estás mejorando es muy importante para que tu institución siga siendo rentable.
Muchas veces nos dejamos llevar por un sentido común engañoso que nos cierra muchas puertas. En el marketing educativo la clave es siempre ver más allá. No debemos subestimar el peso que puede tener la promoción constante, pues son las pequeñas cosas las que hacen una gran diferencia. Puede parecer costoso tener una campaña de publicidad constante, pero al final es aún más costoso no tenerla. Por eso te invitamos a hacer de la promoción regular un hábito; notarás cómo tu institución puede llegar a nuevos niveles.
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